NegativeCreep.knd
viernes, 14 de agosto de 2020
sábado, 29 de junio de 2019
La ausencia de Morfeo
Lo primero
que hago cuando me levanto en la madrugada es buscar a mi amigo el celular,
pero como su batería es impotente y cede a la carga inmediatamente enciendo la
laptop para navegar en Internet. Pero como siempre mi cuñada desconecta el router
empiezo o bien a escuchar música o a ver un documental previamente descargado,
esto lo hago todas las madrugadas heladas de invierno. La lectura no es una
prioridad.
Y que hago
cuando escucho música, es pensar en algo positivo o crearme una realidad
alterna en donde mis fantasías y deseos son realizables. Estoy en esta etapa de
idiota por unas 2 horas mientras divago en mi mente y de vez en cuando reviso
si cargo el celular. Más o menos a las 4 o 5 am en donde me doy cuenta que se pasó
el tiempo y mi cabeza por la mala posición del cuello empieza a cegarme el sueño
que en madrugada se pone en pausa para retomar cerca a la hora en donde debería
estar despierto.
Estos
desordenes de sueño los tengo hace más de un semestre y aún sigo padeciendo, lo
ideal sería tomarme mis hiervas, pero poco o no mucho ayuda, mas bien el
clonazepam es una buena solución, aunque el Vic z hace su aporte. Lamentablemente
ambas drogas no están a mi alcance. El clonazepam solo la consigo con receta médica
y mientras que el Vic z tiene un costo por pastilla de S/.2,50.
A veces es
positivo este insomnio ya que en la madrugada no hay interferencias ni ruido. Al
momento de repasar y estudiar para el examen ya que no tengo internet, no escucho
los gritos de mi cuñada y solo tengo la luz de la pantalla de la laptop y mis
apuntes en frente mío. Curiosamente es ahí en donde empiezo a dormir bien.
Lo negativo
de estas madrugadas es que tengo un desorden del sueño por lo cual al acostarme
tarde me obliga a levantarme tarde para luego recuperar ese sueño en la mañana
o en la tarde, aparte que si no lo recupero estoy como un zombi y de mal humor.
Además,
tengo una teoría de que se mantiene y es probable que sea por el porno, la
madrugada es precisa por la tranquilidad y la calma como también la inactividad
de personas en estas horas en donde lo privad y el placer manual hace gala de
su goce. Para luego acabar cansado y al fin dormir, pero esto ya no me resulta.
Al parecer mi cuerpo ya se acostumbró de esta rutina y pese a todo el esperma
expulsado ya no hay ese cansancio que le sigue sino más bien el cuerpo aprendió
a adaptarse. Y es así que por más de una o dos veces el efecto es el mismo,
solo terminas reseco.
Llegando a
la conclusión que ni tengo os medios para conseguir el medicamento y lo que
“estaba en mis manos” como solución alterna no termino siendo un recurso
insatisfactorio e inútil. Tal Vez la masturbación también me condiciono a seguir
en vela.
Considerando
lo positivo y negativo de este insomnio, aconsejo a cualquiera que no lo
padezca nadie.
viernes, 21 de junio de 2019
Cambio de aires
En mi caso uno no se aconstumbra en adaptarse a un solo lugar debido que se hace rutinario y estar en un lugar distingo es significativamente importante. Llevo 6 meses en la ciudad deAndahuylas y no me acostumbro del todo, por mas que tenga dinero y pueda comprar toda la comida que quiera o ir a los espectáculos gratuitos o jugar en el play o al Fournite. Termino aburrido y hastió de la vida tanto asi que me da el síndrome de Hikokumuri que es quedarse como preñado en la cama sin salir de casa mirando tv y comiendo lo que se tenga a laa mano, en mi caso unas papas o cheetos con una buena gaseosa, y si salgo solo para comer se siente diferente pero a ala vez vacio y sen sintido, una vez ya satifecho mi necesidad de comer vuelvo a la cama a undirme en la computadora, bueno viendo mas videos de Youtube o jugando algun jugo que he instalado. Las obligaciones y deberes de la universidad ya n tienen mucho impacto en mi porque sinceramente me da asco hacer una diapositiva o seguir las clases aburridas y estupidas del profesor Valreymon, al final le pagamos su internet al hijo de puta.
Es como estar en la cama viendo alguna elicula o un video que te da aegria o te entretiene lo suficiente hastaque mi cuñada viene al rescate y desconecta el router solo para joder. Al final termino saliendo de la casa y camno pero igual hay una sensacion de vacio en las calles en donde se refleja la soledad de uno. Los partidos que tenemos con mi salon los domingos por la noche almenos me distrae y obliga hacer ejercicio. Lamentablemente tiene un costo alquilar una cancha sintetica. Esa limitacion del dinero hace que mis opcines sean muy limitadas y obligan a que me quede en casa y priorizar el dinero solo para el almuerzo.
Actualmente no trabajo y no se me apetece debido a la alta explotacion en Andahuaylas en donde un debe estar todo el dia. Ya cuando no tengo ni el internet ni la luz en ese caso solo agarro un libro pero antes limio el segundo piso barriendo. Aunque utimamente no lo hago por flojera, bueno la apatia me ha ganado mucho la batalla.
Es por ello quue ruego por tener un viajecito a Lima o a otro lugar pero prefiero a Lima porque es diferente con el ritmo de la ciudad y las cosas que da que no son la tranquilidad y la paz que ofrece provincia. Ese cambio radical obliga a uno a quitarse de su estado de confort y adaptarse a uno nuevo o minimo a abrir los ojos y cambiar todo. Eso me gusta pero a un mes a que acaben mis clases con los 5 das antes de 28 me va a matar la angustia para irme a Lima. Bueno almenos tengo chance de aprobar los cursos y aun no he jalado uno en la primera unidad, solo unos 3 cursosq ue estan relacionados con los numeros son los que me van hacer mantener buenas madrugadas si quiero levantar las notas que estan muy bajas.
Un cambio de aire me haria mas feliz porque ya me arte de estar mas de 6 meses en Andahuaylas. Lo unico que no me hace que me suicide es cnocer a nuevas personas y eso me mantiene entretenido. Aunque eso se acaba con el tiempo.
Lo que si me puedo dar cuenta es que he dejado de leer muchos libros y no continuo "La guerra del fin del mundo" de Mario vargas Llosa. Actualmente estoy mas pendiente a los videos de Youtube de un Youtuber y me da flojera leer porque mejor calidad de profucto me lo da internet.
Ahora acaba de apagar el router mi cuñada y con eso confirma que es una mierda y a la vez un recordatorio de que voy escribiendo mas de 30 minutos en este blog y que debo ir a comer.
Es como estar en la cama viendo alguna elicula o un video que te da aegria o te entretiene lo suficiente hastaque mi cuñada viene al rescate y desconecta el router solo para joder. Al final termino saliendo de la casa y camno pero igual hay una sensacion de vacio en las calles en donde se refleja la soledad de uno. Los partidos que tenemos con mi salon los domingos por la noche almenos me distrae y obliga hacer ejercicio. Lamentablemente tiene un costo alquilar una cancha sintetica. Esa limitacion del dinero hace que mis opcines sean muy limitadas y obligan a que me quede en casa y priorizar el dinero solo para el almuerzo.
Actualmente no trabajo y no se me apetece debido a la alta explotacion en Andahuaylas en donde un debe estar todo el dia. Ya cuando no tengo ni el internet ni la luz en ese caso solo agarro un libro pero antes limio el segundo piso barriendo. Aunque utimamente no lo hago por flojera, bueno la apatia me ha ganado mucho la batalla.
Es por ello quue ruego por tener un viajecito a Lima o a otro lugar pero prefiero a Lima porque es diferente con el ritmo de la ciudad y las cosas que da que no son la tranquilidad y la paz que ofrece provincia. Ese cambio radical obliga a uno a quitarse de su estado de confort y adaptarse a uno nuevo o minimo a abrir los ojos y cambiar todo. Eso me gusta pero a un mes a que acaben mis clases con los 5 das antes de 28 me va a matar la angustia para irme a Lima. Bueno almenos tengo chance de aprobar los cursos y aun no he jalado uno en la primera unidad, solo unos 3 cursosq ue estan relacionados con los numeros son los que me van hacer mantener buenas madrugadas si quiero levantar las notas que estan muy bajas.
Un cambio de aire me haria mas feliz porque ya me arte de estar mas de 6 meses en Andahuaylas. Lo unico que no me hace que me suicide es cnocer a nuevas personas y eso me mantiene entretenido. Aunque eso se acaba con el tiempo.
Lo que si me puedo dar cuenta es que he dejado de leer muchos libros y no continuo "La guerra del fin del mundo" de Mario vargas Llosa. Actualmente estoy mas pendiente a los videos de Youtube de un Youtuber y me da flojera leer porque mejor calidad de profucto me lo da internet.
Ahora acaba de apagar el router mi cuñada y con eso confirma que es una mierda y a la vez un recordatorio de que voy escribiendo mas de 30 minutos en este blog y que debo ir a comer.
viernes, 7 de junio de 2019
Devuelta a la escritura
He pasado muchos meses sin poder escribir un párrafo en este blog, tal vez el desgano y la falta de interés lucrativo en las letras sea un motivo muy fuerte por o cual que lo he dejado. Pero también es solo el dinero o la competencia que tiene contra los medios digitales como es YouTube y las redes sociales, me ha llegado al punto de desinteresar el poder escribir porque en pocos minutos y mas entretenido es un vídeo de 10 minutos a uno de 5 5 en ves de leer "Guerra del fin del mundo" de MVLL que hasta la fecha no he acabado, solo retome la lectura el domingo pasado cuando no había luz en todo Andahuaylas.
Comparando mi yo de hace 6 años es muy diferente al actual que se deja dominar por el show y el espectáculo que lo entretenido es mas valioso que las ideas impregnadas en un libro.
Actualmente estoy mas distraido y mi memoria pierde su viges, ya no es vigorosa ni retenida es mas bien voluble a los estímulos visuales que a la larga acaban con mi visión dejándole además una constumbre de procastinacion en todos los aspectos de mi vida. Ya no tiene mucho de sentido el discutir ideas porque uno es una tabla rasa.
No he vuelto a escribir en mucho tiempo ni en mi diario que supuesta mente jure tener unas paginas escritas cada cierto tiempo que se dejo en el tiempo como un recuerdo de tiempos muy lejanos.
Actualmente estoy siendo un derrochador e irresponsable por no procastinar las cosas y dejarme llevar por tendencias, no encuentro mi motivacion solo cuando me golpea la vida es donde vuelvo a pisar tierra.
Se nota a leguas que soy un sujeto vacío.
Pero bueno al menos he escrito y eso me hace bien, aunque la batería de estos aparatos no sean muy prologada su duración si que saben como crear una dependencia abismal.
Comparando mi yo de hace 6 años es muy diferente al actual que se deja dominar por el show y el espectáculo que lo entretenido es mas valioso que las ideas impregnadas en un libro.
Actualmente estoy mas distraido y mi memoria pierde su viges, ya no es vigorosa ni retenida es mas bien voluble a los estímulos visuales que a la larga acaban con mi visión dejándole además una constumbre de procastinacion en todos los aspectos de mi vida. Ya no tiene mucho de sentido el discutir ideas porque uno es una tabla rasa.
No he vuelto a escribir en mucho tiempo ni en mi diario que supuesta mente jure tener unas paginas escritas cada cierto tiempo que se dejo en el tiempo como un recuerdo de tiempos muy lejanos.
Actualmente estoy siendo un derrochador e irresponsable por no procastinar las cosas y dejarme llevar por tendencias, no encuentro mi motivacion solo cuando me golpea la vida es donde vuelvo a pisar tierra.
Se nota a leguas que soy un sujeto vacío.
Pero bueno al menos he escrito y eso me hace bien, aunque la batería de estos aparatos no sean muy prologada su duración si que saben como crear una dependencia abismal.
lunes, 7 de enero de 2019
Ensayo N° 3 “La agonía de Rasu Ñuti” “La perseverancia ante todo lo perdido”
La historia no solo nos narra una muerte inminente sino nos demuestra que frente a todas las adversidades uno se sobrepone para ponerse en pie y llegar a vencerla, aunque sabemos que el danzante muere, en si gana porque pelea hasta el final pese a estar demacrado y su agonía es un signo de una muerte inminente y considero que no ha muerto ni ha perdido porque hay ganado. Sabia que su suerte estaba echa que estaba al filo de muerte y lo mas sensato y lógico para estar vivo era rendirse, pero Rasu-Ñuti no tomo esa decisión sino mas bien dio la cara y siguió adelante.
El escenario en donde nos relata y los preparativos eran simplemente para un velorio, pero nuestro danzante demuestra lo contrario, no solamente vence a la muerte por un instante sino nos deja en claro que pese a la situación en la que estés uno debe luchar siempre y nunca darse por vencido aunque todo el mundo confabule y te diga que estas perdió y tu destino es solo la muerte, el da la contra sigue hasta llegó su trágico deceso pero en la antesala nos deja en claro que resiste y persiste pese a que todo está echado a la borda.
También nuestro danzante nos demuestra de manera magistral que si uno lucha pese que todo este perdido uno se convierte en un estandarte de una resistencia que a la larga inspira, como en mi caso, a seguir adelante.
La agonía de Rasu-Ñuti no es solo una historia de penas y del pobrecito del danzante que tontamente agoniza; no hay que quedarnos con lo que poco se ve sino que nos da y que nos enseña, nos da esperanza de seguir adelante y nos enseña que pese que todo esta perdido uno debe sobreponerse a las adversidades tener resiliencia frente a todo porque la vida en resumen es asi. Nos da golpes bajos y golpes a diario pero dependen de nosotros mismos sabes cómo esquivarlo, para darle un buen derechazo , resiste hasta el ultimo round y llegar a ganar.
Rasu-Ñuti nos enseñó que uno nunca debe rendirse, es más, uno debe pelear por lo que cree y ama.
Curiosamente es así es la cultura andina si ponemos como embajador a los danzantes de tijera que no tienen mucha difusión en los medios ni tienen un día en particular para festejarlos, sino que, desde la colonia, la independencia y hasta hoy sigue bien perseverante y manteniendo sus costumbres y tradiciones. Este seria un claro ejemplo de esa agonía de Rasu-Ñuti.
lunes, 31 de diciembre de 2018
Ensayo N°2 El Torito de piel brillante. “No todo son lágrimas”
El torito de la piel dorada no es una historia de uno frente a una adversidad y dar la cara para superarlo sino más bien es la pérdida de un ser querido que no necesariamente tenía que ser de sangre, sino en este caso de una mascota. El torito de piel brillante demuestra como el amor entre el ser humano y el animal tienen lasos fuertes ya que en la historia el dueño del torito de piel brillante llorar desconsoladamente con su mujer cuando lo pierde.
Aquí la vida tiene un significado más profundo; no solamente se perdió a una fuente de ingresos económicos, sino que se perdió a un miembro más de la familia, de un matrimonio estéril sin hijos.
El mismo torito de piel brillante demuestra que la representación de un hijo único, de un matrimonio que es estéril y que la perdida marca a esta familia porque pasando los años siguen con esperanzas volver a tener un torito de la baca estéril, pero sin conseguirlos, sumiéndoles en la más trágica y desesperante situación de unos desgraciados.
El torito no solo muestra ser un bien preciado, sino que también nos enseña que la vida es importante y la pérdida de un ser querido nos marca para toda la vida, no necesariamente tiene que ser con un vínculo sanguíneo, sino que los sentimientos y las experiencias junto a esa persona o en este caso al animal nos atan y hacen lazos muy fuertes por el cual el vínculo es más profundo y la perdida de aquella persona o el animal nos marca definitivamente la vida.
Sino recordemos cuando el torito de piel brillante que seguía al dueño como un perro, de arriba abajo, demostraba ser fiel a su dueño. Adicionalmente al aceptar el reto del demonio para defender a su familia lo hace sin dudar demostrándonos que se protege a la familia aun si estos son tus dueños y no tus padres de sangre. Nos demuestra adicionalmente que frente a cada decisión que tomamos lo hacemos por el bienestar común y ese desprendimiento por ser bondadoso y reciproco. La obra no solo nos habla de la pena que comúnmente la gente lo ve, sino que tiene mas significados y valores que podemos rescatar como es la reciprocidad, cuando el torito defiende a sus dueños en contra del demonio sabiendo que va a perder, pero lo hace sin un interés mezquino; la entrega absoluta por un ser querido y hasta el amor por el prójimo como se en los dueños hacia el torito de piel brillante y viceversa.
lunes, 24 de diciembre de 2018
Cartas de Hugo Blanco a José María Arguedas (ENSAYO)
31-01-2011
2011: Año del centenario del peruano José
María Arguedas
Ahora, José María está más vivo que nunca
Hugo Blanco
Rebelión
La conmemoración del centenario del
nacimiento de José María Arguedas se ha convertido en bandera de lucha de
quienes reivindicamos nuestra cultura con todo su rico contenido: Entre muchas
otras cosas, de compenetración con Pachamama, cuyos hijos somos y debemos vivir
en su seno cuidándola. De organización comunal colectiva, democrática y
solidaria, donde mandan todos. Del buen vivir, que entiende que la felicidad no
consiste en la acumulación de dinero para cumplir las órdenes de la sociedad de
consumo, sino en vivir satisfactoriamente. De respeto a la diversidad. Del amor
a nuestros antepasado y descendientes.
El neoliberalismo depredador, naturalmente
está en contra de todo eso: Arremete contra la naturaleza pretendiendo arrasar
la selva a través de convertir al bosque en madera, extrayendo hidrocarburos
que envenenan el agua matando animales y vegetales y en muchas otras formas.
Ataca en la sierra con la minería y las hidroeléctricas robando y envenenando
el agua de la agricultura. Ataca el suelo cultivable con la agroindustria, su
monocultivo y uso de agroquímicos.
La lucha en las ideas no es más que el
reflejo de la lucha en la práctica: Por una parte la población fundamentalmente
indígena, víctima de la depredación, y por la otra las grandes empresas
multinacionales depredadoras, con sus sirvientes Alan García, Vargas Llosa y
otros.
Por eso no nos extraña que el gobierno se
haya negado a declarar al 2011 “Año del centenario del nacimiento de José María
Arguedas”.
Tampoco nos extraña que múltiples voces de
abajo sí lo hagan: El Consejo Regional de Ayacucho lo hizo. En Abancay el
municipio organizó la celebración. Hay actividades en Apurímac , Junín ,
Huancavelica , Ayacucho , Puno , Cajamarca , Cusco. En Lima fue exitoso el
popular pasacalle organizado por diversos colectivos culturales, artísticos,
políticos y continúan diversos actos públicos.
Son gestos desafiantes contra los enemigos
de la naturaleza y del pueblo.
Parte inseparable de la conmemoración del
centenario de Arguedas tiene que ser el apoyo a las luchas que hoy están dando
los indígenas que tanto amó él, por defender sus principios indígenas:
Cocachacra, Combapata, Espinar, Puno, Ayabaca, Huancabamba, Conococha, etc.
Refiriéndose a su novela “Los Ríos
Profundos”, cuatro días antes de morir Arguedas dijo:
“En la novela imaginé esta invasión con un
presentimiento: los hombres que estudian los tiempos que vendrán, los que
entienden de luchas sociales y de la política, los que comprendan lo que
significa esta sublevación de la toma de la ciudad que he imaginado. ¡Cómo, con
cuánto más hirviente sangre se alzarían estos hombres si no persiguieran
únicamente la muerte de la madre de la peste, del tifus, sino la de los
gamonales, el día que alcancen a vencer el miedo, el horror que les tienen!”
Hoy ya vencieron a los gamonales y se
levantan valientemente contra los ataques del neoliberalismo.
Nuestro deber como arguedianos es apoyar
con toda nuestra fuerza las luchas que levantan los principios indígenas que
tanto respetaba el tayta:
Contra el ataque del neoliberalismo
egoísta, la defensa de la organización comunal solidaria, en que todos mandan
democráticamente.
Contra el ataque a la naturaleza, la
defensa de Pachamama.
Contra el criterio capitalista de que lo
más importante en la vida es ganar mucho dinero, el principio del Buen Vivir,
de que la felicidad consiste en vivir satisfactoriamente.
Contra el dominio de la cultura colonial,
el respeto a diversidad cultural.
Contra el olvido del pasado y el inhumano
egoísmo hacia las generaciones futuras, el respeto a nuestros antepasados y la
garantía de la supervivencia de la especie.
¡Apoyemos ese movimiento rebelde que
desafía a sus actuales opresores!
¡En Cocachacra no manda la Southern ni su
sirviente Alan García, manda colectiva y democráticamente el pueblo de
Cocachacra!
El
recuerdo de Arguedas es inseparable de nuestro vigoroso apoyo a las luchas por
la defensa de los principios indígenas que tanto amaba él.
Ahora José María está más vivo que nunca, es
nuestra bandera de lucha, nuestro “unanchay”, el símbolo de quienes luchamos
por la vida contra los “heraldos negros que nos manda la muerte” en palabras de
Vallejo.
---------------
DOCUMENTO HISTORICO: Correspondencia entre
José María Arguedas y Hugo Blanco (1969)
Así fue
Desde que conocí los escritos de José María
Arguedas, me uní afectivamente a él.
Su compañera Sibila visitaba a Antonio Meza,
un campesino, combatiente armado del Movimiento de Izquierda Revolucionario
(MIR), del centro del país, preso en Lima. Cuando le trasladaron en 1969 a la
isla prisión El Frontón, donde yo me encontraba, continuó visitándole. En El
Frontón había compañeros que no tenían visitas, por lo tanto habíamos decidido
socializarlas; así nos conocimos con Sibila.
José María pensaba que yo era un importante
dirigente de izquierda, con toda la suficiencia que conlleva la palabra
“importante”. Sibila le dijo que no era así, que yo era una persona común y
corriente. J. M. decidió obsequiarme su novela Todas las sangres y como
dedicatoria le puso algunas palabras en castellano. Sibila me dijo que pensaba
poner algo en quechua, pero se contuvo.
Ese fue el motivo que me llevó a escribirle
en quechua, él se emocionó y me respondió, también en quechua. Por intermedio
de Sibila me pidió permiso para traducir ambas cartas y publicarlas, le
respondí que, aunque al escribirlas no pensé en eso sino en volcar lo que había
en mi pecho, no tenía ningún inconveniente en hacerlo público. Así mismo me
pidió permiso para visitarme; yo consideré, como le digo en la segunda carta,
que una fugaz visita en El Frontón no sería satisfactoria para el gran cariño
que le tenía, Sibila se lo dijo. Comprenderán cuánto me pesa esa respuesta mía;
recibió mi segunda carta y dijo: “La leeré el lunes”, se mató el viernes.
Sibila me pidió que tradujera esa segunda carta.
Como verán, las palabras “tayta” y “taytáy”
yo las traduzco por “padre” y “padre mío”, él se niega a traducirlas porque
considera que al hacerlo no reflejan el profundo sentido que tienen en nuestro
idioma; “misti” es el no-indio, incluyendo al mestizo que se cree blanco;
“maqt’as” somos los llamados “indios” con pluralización castellana; “wakchas”
son los pobres con la misma pluralización; “hallpando” viene del verbo quechua
“hallpay” que significa “coquear”, que no es precisamente “masticar”, acá tiene
el gerundio castellano.
En la segunda carta aludo a una que mandé
“A los revolucionarios poetas, a los poetas revolucionarios”, que entregué a la
compañera Rosa Alarco y ella la envió a una revista en el Perú y también la
publicó el periódico Marcha del Uruguay, cuyo jefe de redacción era Eduardo
Galeano. Naturalmente que estoy de acuerdo con que si un poeta quiere cantar a
la rosa, lo haga. Pero lo que me extrañaba era que los poetas “revolucionarios”
cantaran a la “revolución” en abstracto, o a los grandes dirigentes
revolucionarios mundiales y no se fijaran en la lucha cotidiana de mi pueblo,
que día a día forjaba bellos poemas que no encontraban poeta; por eso pedía con
desesperación que Vallejo resucitara, pues él cantaba a gente anónima como
Pedro Rojas o Ramón Collar, cantaba a “Málaga sin padre ni madre”, al “padre
polvo” de los escombros de Durango.
Los “heraldos verdes”, mencionados en el
cuento, son una paráfrasis de los “heraldos negros que nos manda la muerte” de
César Vallejo.
HG
De Hugo Blanco a José María Arguedas
El Frontón, 14 de noviembre de 1969
Taytáy José María:
Casi me has hecho llorar, este día, al
saber lo que me contó tu esposa. Me dijo: “Esto te envía (Todas las sangres);
escribió mucho en quechua y después, “puede tener vergüenza de mí” diciendo, se
arrepintió y no puso sino esas escuetas palabras en castellano”.
Cuando me dijo eso, yo me dolí mucho; casi
lloré:
¿Cómo es posible, taytáy, que entre
nosotros podamos avergonzarnos de cuanto nos podemos decir en nuestra lengua
tan dulce? Cuando nos pedimos ayuda, nunca lo hacemos con palabras escuetas en
nuestra lengua. ¿Acaso alguna vez escuchamos decir: “mañana has de ayudarme a
sembrar, porque yo te ayudé ayer”? ¡Ahj! ¡Qué asco! ¡Qué podrá ser eso!
Únicamente los gamonales suelen hablarnos de esa forma. ¿Acaso entre nosotros,
entre nuestra gente, nos hablamos de ese modo? Muy tiernamente nos decimos:
“Señor mío, vengo a pedirte que me valgas; no seas de otro modo; mañana hemos
de sembrar en la quebrada de abajo; ayúdame pues caballerito, paloma mía,
corazón”. Con estas palabras solemos empezar a pedir que nos ayuden. Y también
cuando nos encontramos en los caminos de las punas, aun sin conocernos, nos
saludamos el uno al otro; nos invitamos un trago, nos alcanzamos algún poco de
coca; nos preguntamos hacia dónde vamos; y solemos charlar un rato.
Y siendo así, ¿crees que puede haberme
dolido cualquier cosa que hubieras escrito en nuestra dulce lengua para mí?
¿Acaso mi corazón no se enternece al leer cómo has traducido al castellano
nuestra lengua para que todos la conozcan y alcancen a saber aunque no sea sino
una parte de lo tanto que esa lengua puede expresar? ¿Acaso cuando yo también
traduzco algo de lo que hablamos en nuestra lengua, no me acuerdo de ti?
“Escribe como él, diciendo, van a hablar de
mí los mistis (repito, únicamente para mí mismo, cuando intento traducir del
quechua); eso lo han de repetir bien; han de decir la verdad; yo no puedo
hablar de otro modo; digo exactamente lo que brota de mi corazón y de mi boca”
diciendo esto, yo pienso.
Yo no puedo decir qué es lo que penetra en
mí cuando te leo, por eso, lo que tú escribes no lo leo como las cosas comunes,
ni tampoco tan constantemente, mi corazón podría romperse.
Mis punas empiezan a llegar a mí con todo
su silencio, con su dolor que no llora, apretándose al pecho, apretándolo. O
bien cuando me recuerdas las pequeñas quebradas, empiezo a ver a los
picaflores, escucho como si los pequeños manantiales cantaran. ¡Cuántas veces
he pensado en ti cuando me he sentido con estos recuerdos! Cuánta alegría
habrías tenido al vernos bajar de todas las punas y entrar al Cusco, sin
agacharnos, sin humillarnos, y gritando calle por calle: “¡Que mueran todos los
gamonales! ¡Que vivan los hombres que trabajan!”. Al oír nuestro grito los
“blanquitos”, como si hubieran visto fantasmas, se metían en sus huecos, igual
que pericotes. Desde la puerta misma de la Catedral, con un altoparlante, les
hicimos oír todo cuanto hay, la verdad misma, lo que jamás oyeron en
castellano; se lo dijimos en quechua. Se lo hicieron oír los propios maqt’as,
esos que no saben leer, que no saben escribir, pero sí saben luchar y saben
trabajar. Y casi hicieron estallar la Plaza de Armas esos maqt’as emponchados.
Pero ha de volver el día, taytáy, y no solamente como aquél que te cuento, sino
más grande. Días más grandes llegarán; tú has de verlos. Muy claramente están
anunciados. Aquí nomás concluyo, taytáy, porque si no, no he de terminar de
escribir nunca. He de resentirme si no envías eso que escribiste para mí.
Hasta que nos encontremos, tayta. No te
olvides, pues, de mí.
Hugo Blanco
De José María Arguedas a Hugo Blanco
(La noche de aquel miércoles, cuarenta y
ocho horas antes del disparo fatal )
Hermano Hugo, querido, corazón de piedra y
de paloma:
Quizá habrás leído mi novela Los Ríos
Profundos. Recuerda, hermano, el más fuerte, recuerda. En ese libro no hablo
únicamente de cómo lloré lágrimas ardientes; con más lágrimas y con más
arrebato hablo de los pongos, de los colonos de hacienda, de su escondida e
inmensa fuerza, de la rabia que en la semilla de su corazón arde, fuego que no
se apaga. Esos piojosos, diariamente flagelados, obligados a lamer tierra con
sus lenguas, hombres despreciados por las mismas comunidades, esos, en la
novela, invaden la ciudad de Abancay sin temer a la metralla y a las balas,
venciéndolas. Así obligaban al gran predicador de la ciudad, al cura que los
miraba como si fueran pulgas; venciendo balas, los siervos obligan al cura a
que diga misa, a que cante en la Iglesia: le imponen a la fuerza. En la novela
imaginé esta invasión con un presentimiento: los hombres que estudian los
tiempos que vendrán, los que entienden de luchas sociales y de la política, los
que comprendan lo que significa esta sublevación de la toma de la ciudad que he
imaginado. ¡Cómo, con cuánto más hirviente sangre se alzarían estos hombres si
no persiguieran únicamente la muerte de la madre de la peste, del tifus, sino
la de los gamonales, el día que alcancen a vencer el miedo, el horror que les
tienen! “¿Quién ha de conseguir que venzan ese terror en siglos formado y
alimentado, quién? ¿En algún lugar del mundo está ese hombre que los ilumine y
los salve? ¿Existe o no existe?, ¡carajo, mierda!”, diciendo, como tú, lloraba
fuego, esperando, a solas. Los críticos de literatura, los muy ilustrados, no
pudieron descubrir al principio la intención final de la novela, la que puse en
su meollo, en el medio mismo de su corriente. Felizmente uno, uno sólo, lo
descubrió y lo proclamó, muy claramente.
¿Y después hermano? ¿No fuiste tú, tú mismo
quien encabezó a esos “pulguientos” indios de hacienda, de los pisoteados el
más pisoteado hombre de nuestro pueblo; de los asnos y los perros el más
azotado, el escupido con el más sucio escupitajo? Convirtiendo a ésos en el más
valeroso de los valientes, ¿no los fortaleciste, no acercaste su alma? Alzándoles
el alma, el alma de piedra y de paloma que tenían, que estaba aguardando en lo
más puro de la semilla del corazón de esos hombres, ¿no tomaste el Cusco como
me dices en tu carta, y desde la misma puerta de la Catedral, clamando y
apostrofando en quechua, no espantaste a los gamonales, no hiciste que se
escondieran en sus huecos como si fueran pericotes muy enfermos en las tripas?
Hiciste correr a esos hijos y protegidos del antiguo Cristo, del Cristo de
plomo. Hermano, querido hermano, como yo, de rostro algo blanco, del más
intenso corazón indio, lágrima, canto, baile, odio.
Yo hermano, sólo sé bien llorar lágrimas de
fuego; pero con ese fuego he purificado algo la cabeza y el corazón de Lima, la
gran ciudad que negaba, que no conocía bien a su padre y a su madre; le abrí un
poco los ojos, los propios ojos de los hombres de nuestro pueblo, les limpié un
poco para que nos vean mejor. Y en los pueblos que llaman extranjeros creo que
levanté nuestra imagen verdadera, su valer, su muy valer verdadero, creo que lo
levanté alto y con luz suficiente para que nos estimen, para que sepan y puedan
esperar nuestra compañía y fuerza; para que se apiaden de nosotros como del más
huérfano de los huérfanos; para que no sientan vergüenza de nosotros, nadie.
Esas cosas, hermano, a quien esperaron los
más escarnecidos de nuestras gentes, esas cosas hemos hecho; tú lo uno y yo lo
otro, hermano Hugo, hombre de hierro que llora sin lágrimas; tú, tan semejante,
tan igual a un comunero, lágrima y acero. Yo vi tu retrato en una librería del
barrio latino de París; me erguí de alegría, viéndote junto a Camilo Cienfuegos
y al “Che” Guevara. Oye, voy a confesarte algo en nombre de nuestra amistad
personal recién empezada: oye, hermano, sólo al leer tu carta sentí, supe que
tu corazón era tierno, es flor, tanto como el de un comunero de Puquio, mis más
semejantes. Ayer recibí tu carta: pasé la noche entera, andando primero, luego
inquietándome con la fuerza de la alegría y de la revelación.
Yo no estoy bien, no estoy bien; mis fuerzas
anochecen. Pero si ahora muero, moriré más tranquilo. Ese hermoso día que
vendrá y del que hablas, aquél en que nuestros pueblos volverán a nacer, viene,
lo siento, siento en la niña de mis ojos su aurora, en esa luz cayendo gota por
gota tu dolor ardiente, gota por gota sin acabarse jamás. Temo que ese amanecer
cueste sangre, tanta sangre. Tú sabes y por eso apostrofas, clamas desde la
cárcel, aconsejas, creces. Como en el corazón de los runas que me cuidaron
cuando era niño, que me criaron, hay odio y fuego en ti contra los gamonales de
toda laya; y para los que sufren, para los que no tienen casa ni tierra, los
wakchas, tienes pecho de calandria; y como el agua de algunos manantiales muy
puros, amor que fortalece hasta regocijar los cielos. Y toda tu sangre ha
sabido llorar, hermano. Quien no sabe llorar, y más en nuestros tiempos, no
sabe del amor, no lo conoce. Tu sangre ya está en la mía, como la sangre de don
Victo Pusa, de don Felipe Maywa, don Victo y don Felipe me hablan día y noche,
sin cesar lloran dentro de mi alma, me reconvienen en su lengua, con su
sabiduría grande, con su llanto que alcanza distancias que no podemos calcular,
que llega más lejos que la luz del sol. Ellos, oye Hugo, me criaron, amándome
mucho, porque viéndome que era hijo de misti, veían que me trataban con
menosprecio, como a indio. En nombre de ellos, recordándolos en mi propia
carne, escribí lo que he escrito, aprendí todo lo que he aprendido y hecho,
venciendo barreras que a veces parecían invencibles. Conocí el mundo. Y tú
también, creo que en nombre de runas semejantes a ellos dos, sabes ser hermano
del que sabe ser hermano, semejante a tu semejante, el que sabe amar.
¿Hasta cuándo y hasta dónde he de
escribirte? Ya no podrás olvidarme, aunque la muerte me agarre, oye, hombre
peruano, fuerte como nuestras montañas donde la nieve no se derrite, a quien la
cárcel fortalece como a piedra y como a paloma. He aquí que te he escrito,
feliz, en medio de la gran sombra de mis mortales dolencias. A nosotros no nos
alcanza la tristeza de los mistis, de los egoístas; nos llega la tristeza
fuerte del pueblo, del mundo, de quienes conocen y sienten el amanecer. Así la
muerte y la tristeza no son ni morir ni sufrir. ¿No es verdad hermano?
Recibe mi corazón.
José María
De Hugo Blanco a José María Arguedas
El Frontón, 25 de noviembre de 1969
¡Padre mío! Padre mío José María:
Cada vez que me hablan de ti hacen llorar
mi corazón, con una u otra cosa. La vez pasada, porque creíste que criticaría
tu actitud y ahora, porque estando enfermo quieres venir. ¡Padre mío! ¡Cuánto
está queriendo encontrarse contigo mi corazón! ¡Cuánto desean mirar mis ojos a
mi gran padre! Encontrarme contigo, padre mío, ¡qué sería!
Desde mucho antes sabía que éramos un solo
corazón, no solamente leyendo Los ríos profundos; sino que, leyendo cualquier
cosa que escribes, mirando cualquier cosa que haces, se trasluce tu ser indio.
¿Iba a esperar yo a escuchar lo que dijeran los críticos?
Que hablen lo que quieran esos mistis; mi
corazón , está mirando al tuyo en lo que escribes, allí apareces como en agua
clara. Por eso, padre, encontrarme contigo ¡qué sería! Ni en todo el año
terminaríamos de relatarnos. Y eso no se puede en la visita. No dura ni dos
horas. No alcanza para conversar nada. Mucha gente trajina, como en los
mercados de nuestros pueblos. Y contigo, padre mío, no podríamos hablar sólo
diez minutos. Nuestro corazón reventaría. ¡Habiendo tanto que relatarnos,
habiendo tanto que conversar! Contigo tenemos que hablar calmadamente, como
hombres serios; sentándonos tranquilos, el corazón plácido, hallpando nuestra
coquita, fumando de un solo cigarrillo, perdiendo la vista en los cerros
lejanos. Acá no sería así, padre. Así como no puedo leer comúnmente tus
escritos, por esa misma razón no podría encontrarme contigo comúnmente. A pesar
de eso, te haré llamar un día, padre; cuando haya algo de calma; por lo menos
para contemplar tu venerado rostro, por lo menos para apretar tu corazón al
mío. Mientras llegue ese día, así te escribiré cada vez, volcando mi corazón al
tuyo. Como si en la era del trigo, dentro del aliento del rastrojo, mirando las
estrellas, nos estuviéramos relatando lo que hemos vivido, lo que pensamos; así
igual va a ser padre, no te apenes, no llores. Cuán lejos estemos, somos el
mismo corazón.
Conozco bien tu corazón, padre, aún antes
de que me escribieras. Como te digo, al igual que en agua cristalina se ve tu
corazón a través de tus escritos. No sé qué verán los mistis en ellos; y para
que les digan: “Ése es un buen crítico” hablan una u otra cosa. Es imposible
que ellos vean tu corazón aunque se los estés mostrando. El misti es misti,
padre. En cuanto a ser buenas personas, algunas son realmente buenas personas,
no les estoy insultando. Pero tu corazón, sólo tus congéneres indios lo vemos
bien. Los mistis, aun siendo buenas personas, para eso, son ciegos que miran.
Ellos no sollozan temblorosos como nosotros al leer tus escritos. Imposible,
padre, el misti es misti.
Padre mío, algo tenía que decirte; quizá
cuando hablé de los poetas habrás dicho: “¡Inclusive a nosotros se está
refiriendo este cholo!”. No, padre, de ninguna manera. ¿Acaso en tu novela Los
Ríos Profundos no relatas de forma encantadora lo de nuestra madre chichera?
¿Acaso leyendo esas cosas no llegué a llorar en silencio en mi rincón de la
cárcel de Arequipa? ¿Y así iba a decir de ti: “No habla de la lucha del hombre
común”? Y no sólo eso, padre. A ti, ya estando en la cárcel de Arequipa, te
conocí bien. Y al conocerte dije: “¡Ya está carajo, ahora el mismo indio está
hablando!” Así te miré. Pero desde antes, desde mi infancia respeté a los
señores mistis cuando escribían a favor del indio. Por eso, aunque son mistis,
mucho respeto a esos señores: Clorinda Matto, Ciro Alegría, Jorge Icaza,
Enrique López Albújar. Esos señores pusieron la semilla en mi corazón cuando
sólo era un muchacho, ellos también ayudaron para que mi sangre hirviera, me
hicieron ver lo que no veía. Además, por eso respeto a mi hermano, él me hizo
conocer lo que escribieron esos señores, él mismo escribió un poco en su
juventud.
Por esa experiencia mía, te digo padre: lo
que escribes no es sólo para mostrar a los no-indios de todas las naciones que
nosotros somos gentes; no es sólo eso, padre. Ablanda el corazón de nuestro
propio pueblo, lo despierta. Claro que tú todavía no ves a dónde llega la
semilla que derramas. Quién sabe en qué jóvenes corazones se está regando
hermosamente esta semilla. Así como Ciro Alegría, Icaza, no supieron que en mi
corazón yo regaba su semilla. Ellos, siendo mistis, sembraron bien para que
madure así en lucha. ¿Y así no iba a madurar en forma preciosa lo que como
indio siembras?
Para que veas que tengo la raíz del propio
hombre, la raíz brotada de nuestra propia tierra, te envío este relato que hago
de mi padre Lorenzo. Eso no es cuento, padre; ahí estoy relatando lo realmente
sucedido, también los nombres son verdaderos.
Desde hace tiempo quería relatar acerca de
ese gran hombre, para que todos vieran la fuerza de nuestra raíz india. Sólo
tiempo me faltaba para hacer eso. Pero ahora, al enterarme que estás enfermo,
dije: “De una vez lo haré, para enviarlo a mi padre José María; para que por lo
menos con eso se alegre en su enfermedad, para que se alegre con nuestra triste
alegría”. Diciendo esto, padre, lo hice rápido, y ahora te lo estoy enviando
con todo mi corazón.
Hasta otro día padre, sangre de mi sangre,
pena de mi pena, alegría de mi alegría. Si sólo fuese por mí, jamás acabaría
esta carta, cuando tantas cosas tengo que decirte.
Hasta otro día padre,
Hugo Blanco
Anexo a la Carta
El maestro
(Este texto fue enviado a José María
Arguedas adjunto a la carta precedente, cuatro días antes del balazo que acabó
con su vida. Lo que se conoce es que la carta fue recibida y no leída, o leída
a medias).
A las hojas de una mostaza silvestre
sancochadas, llamamos “yuyu hauch’a”. Nos gusta mucho, a pesar de que evoca la
muerte en su causa más extendida y silenciada: el hambre.
Cuando viene el hambre, devora habas, maíz,
papas, chuño (papa helada y deshidratada); no deja nada al indio… más que esas
hojas, ya sin manteca, sin cebolla, sin ajos, hasta sin sal. Después de esas y
esas hojas, viene la muerte, son sus “heraldos verdes”. Viene la muerte con
diferentes seudónimos en castellano y en quechua: tuberculosis, anemia perniciosa,
neumonía, pujiu (manantial), wayra (viento), layqa (brujería). Se le llama por
sus seudónimos porque su verdadero nombre es mala palabra: hambre.
Pero el yuyu hauch’a no tiene la culpa de
esto, por eso nos gusta tanto. No digo que sea rico, yo no entiendo de esas
cosas; ya me equivoqué con el chuño, yo decía que era muy rico y la gente
entendida afirma que es insípido. Por eso yo sólo digo que nos gusta mucho
aunque nos recuerde las hambrunas. Esas hambrunas en las que a veces los
gringos (¡tan buenitos ellos!) nos mandan de limosna maíz con gorgojo y “leche”
en polvo; que llegan a la parroquia, a la alcaldía o a la gobernación, y de
allí pasan a servir de alimento a los chanchos de los hacendados.
Yo no pido que nos repartan esa limosna, yo
exijo que nos devuelvan lo nuestro para que no haya hambrunas. Fue mi primo
hermano, Zenón Galdos, quien pidió que se repartiera; le costó caro; por exigir
eso, el señor Araujo, alcalde de Huanoquite, lo mató de un balazo. El señor
Araujo no está preso, es de buena familia.
Un domingo de mil novecientos
cuarentaytantos, saboreando mi ración de yuyu hauch’a, conversaba con la
campesina que lo vendía, sentada en el barro del mercado de San Jerónimo,
Cusco. Conversábamos el tema del día: los temblores. Ella me explicó su origen:
eran enviados como castigo porque los indios del ayllu se levantaron contra los
padres dominicos de la hacienda “Pata-pata”. Así lo manifestó el señor cura
durante la misa de esa mañana: “El demonio no ha muerto, está en el hospital
del Cusco”. El señor cura no dijo que la muerte del “demonio” era la condición
para que cesen los temblores, la campesina lo entendió así por su cuenta.
– ¿Morirá? – Seguro, está muy mal dicen,
por su culpa todo esto…
Ella no quería temblores ni quería ir al
infierno, por eso sus palabras condenaban al “demonio”.
Pero su cara, su voz, el barro en que
estaba sentada, el yuyu hauch’a, su corazón: todo eso era de tierra, de tierra
como el “demonio” que estaba en el hospital, de tierra que gritaba
silenciosamente su desesperado anhelo de que el “demonio” se salvara.
Y se salvó nomás Lorenzo Chamorro… Se salvó
a medias porque quedó inválido. El médico le dijo: “Sólo un indio como tú puede
estar vivo con seis agujeros en las tripas; lo que te fregó es que la bala te
afectó la columna vertebral”.
Y así lo conocí tiempo después, ya en su
rincón: lagañas, mugre, muletas, poncho grande, voz vibrante, ojos fuego.
Lo miré y supe que era verdad que producía
temblores: mi sangre temblaba, mis siglos temblaban cuando me acerque a
abrazarlo.
– Tayta, cuéntame.
Y me dijo cosas que ya sabía: que la
hacienda “Pata-pata” de los dominicos continuaba arrebatando tierras a la
comunidad, que la comunidad tenía títulos de propiedad, que la justicia no
llegaba nunca, que los campesinos organizaron sindicato, que él era el
secretario general, que quisieron sobornarlo, que no cedió; que lo amenazaron,
que no cedió; que cuando estaban trabajando las tierras en litigio vinieron el
prior del Convento de Santo Domingo y sus matones; que, como los matones no lo
conocían, el prior lo señaló “con la misma mano que consagra al Santísimo”, que
entonces recibió los balazos de uno de los matones.
– Todos mis compañeros corrieron a
atenderme; yo les decía: “¡No!, ¡déjenme! ¡Agárrenlo a él!, ¡Agárrenlo…!” y
¡ahí nomás me desmayé!
No hubo cárcel para los heridores del
indio, ni indemnización para el indio herido; se sobreentiende; estamos en el
Perú.
Los campesinos temían ir a visitarle en su
rincón de inválido, era peligroso… comprometedor… Pero las campesinas iban…
“sólo a visitar a su mujer”… hasta que el señor cura se enteró y tuvo que
explicar desde el púlpito:
– Hijos míos, el Señor ha perdonado a este
pueblo pero ustedes abusan de su bondad, vuestras mujeres siguen visitando la
casa del demonio. ¡Va a caer lluvia de fuego sobre San Jerónimo!…
Las campesinas evitaron la lluvia de fuego,
dejaron de ir donde la mujer de Chamorro.
– Mi hijo mayor lloraba mucho tocando su
guitarra, de pena se ha muerto.
Yo seguí visitándolo, en busca de la lluvia
de fuego, la sentía, escuchando relatos desconocidos.
– ¿Conoces el cerro Pícol?
– Si, tayta, desde el Cusco se ve; también
desde el camino a Paruro; desde bien lejos se ve ese cerro.
– Eso también querían quitarnos. Mandaron
guardias a caballo. Nosotros estábamos preparados.
Los guardias no se dieron cuenta de que el
camino se contorsionaba para dificultarles el ascenso; no veían que los
p’atakiskas (cactus) abrían sus brazos erizados de espinas amenazándolos; no
notaron el odio de las piedras, de los guijarros; no comprendieron que si la
gran herida roja del cerro tomaba color humano, era por la cólera, la santa
cólera de ver guardias donde sólo debía haber hombres.
De pronto algunas piedras se movieron, no
eran piedras, eran indios honderos como los de antes, como los indios de
siempre, con las hondas de siempre. Las hondas de las huestes de Thupaq Amaru,
las hondas que lanzan el grito de rebelión. “¡Warak’as!”.
Pero esta vez los proyectiles no eran las
piedras indias… ¡Dinamita!
Se atascó el cerebro de los guardias; antes
de que se dieran cuenta de lo que sucedía, los caballos estaban en dos patas y
ellos en cuatro; corriendo ladera abajo en medio de explosiones, sin hacer caso
a los brazos feroces de p’atakiska que fácilmente se desprenden del cuerpo de
la planta y difícilmente del cuerpo de la gente o de las bestias.
– No regresaron más. Así hay que pelear,
aprende, con warak’a y con dinamita; con las mañas de los indios y con las
mañas de los mistis; hay que conocer bien lo de nosotros y lo de ellos.
– Sí tayta… hay que conocer bien lo de
nosotros y lo de ellos para pelear mejor.
Y las lecciones continuaban:
– Toca mi cabeza en esta parte. ¿Qué hay?
– Hueco tayta, no hay hueso, hueco nomás
hay.
– Te voy a contar de ese hueco. Eso fue en
Oropeza. Los indios estábamos en pleito con el hacendado. Él se consiguió
compadres, nosotros nos cuidábamos. Pero una vez tuvimos fiesta y nos estábamos
emborrachando; en eso llegaron los compadres del hacendado queriendo matarnos a
palos.
Los antiguos contendientes, los de siempre,
los de siglos, los de toda la tierra: de un lado, “los compadres del
hacendado”, mezcla de bestias y máquinas, como todo aquel que combate para el
amo, sea mercenario, mariner yanqui, ranger o amarillo. Es la anti-humanidad
que hiere al hombre. Máquina bestializada que no piensa. Encierra a un hermano
adentro, claro está; pero, mientras no surge el hermano, es todavía eso:
máquina y bestia, fabricada para herir al hombre.
Del otro lado “los indios”, representantes
del hombre en general, humanizados por encima de la borrachera porque ahora
sólo la rebelión convierte al hombre en hombre. “Los indios” luchando por el
hombre, por la tierra; por la tierra de ellos y de todos los hombres.
– De repente nomás llegaron. A mí me agarró
uno de ellos y me rompió la cabeza de un palazo; yo me caí muerto, pero me
levanté para meterle el cuchillo y de vuelta me caí muerto. Después no sé
cuánto tiempo habrá pasado, comencé a escuchar de lejos el doble de las
campanas. “¿Cómo será? –decía yo en mi adentro– ¿de mí estarán doblando o del
perro del gamonal?” Después ya me moví un poco, me desperté bien y me di cuenta
de que estaba vivo. Recién me puse tranquilo, “del compadre del gamonal había
sido”, diciendo. Así, aunque te rompan la cabeza, cuando tienes que seguir
peleando, resucitas.
– Sí, tayta.
– Con juicios nunca ganamos los indios,
tiene que ser así, peleando. Los jueces, los guardias, todas las autoridades,
están a favor de los ricos; para el indio no hay justicia. Tiene que ser así,
peleando.
– Sí, tayta, así peleando.
Me relató muchas cosas más, me contó que
sus huesos no se habían roto al saltar del tren en marcha cuando lo llevaban
preso.
– ¿Cuentas a tus profesores lo que te
hablo?
– A algunos nomás, tayta.
– ¿Qué te dicen?
– Unos me dicen “así es”, te quieren tayta;
otros me dicen “son ideas foráneas”.
– ¿Qué es eso?
– No sé, tayta.
Y las lecciones de “ideas foráneas”
seguían.
Lluvia de fuego.
Impotente, acorralado, volcaba en mí toda
su candela. Pero a veces, estallaba:
– ¡Carajo! ¡Ya no puedo pelear! Estas malditas
piernas ya no pueden ir a los cerros. Mis manos ya no sirven. No valgo para
nada. ¡Ya no puedo pelear, carajo!
– ¡Sí, tayta! ¡Vas a seguir peleando! Tú no
estás viejo, tayta; tus pies, tus manos nomás están viejos. Con mis pies vas a
ir donde nuestros hermanos, tayta; con mis manos vas a pelear, tayta; como
cambiarte de poncho nomás es. Mis manos, mis pies, te vas a poner para seguir
peleando. ¡Como cambiarte de poncho nomás es , tayta!
El Frontón, noviembre de 1969
Rebelión ha publicado este artículo con el
permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su
libertad para publicarlo en otras fuentes.
lunes, 17 de diciembre de 2018
CULTURA INERTE
El Perú como país pluricultural es rico en tradiciones,
costumbres y diversidad festividades, ya sean religiosas o fiestas que aún
perduran pese a la invasión española y el ánimo de poder imponer su propia
cultura, que casi logra al 100 por ciento.
En la educación vemos que la cultura es solo una
obligación, son solo pocos los que encuentran un significado, por más que se
vea bailar una danza típica. Además de que se pierde identidad al pasar los
años, las modas se imponen mediante marcas internacionales y los nuestro queda
en un rincón, alejado del peruano que no es peruano.
Digo esto porque el peruano no es peruano porque no siente
amor por la patria, solo la emoción del momento como es la selección peruana de
futbol y sus triunfos le recuerdan que están en un territorio que fue un
imperio con los incas, pero no se sabe que es sentirse peruano o que hay en su
propio país.
En este rol juega un papel importante los medios de
comunicación que cada día tiene programas de TV basura, no tienen un objetivo
de informar o aportar a la cultura sino más bien es idiotizar al televidente
con programas que carecen de contenido, significado y objetivo. Eso lo vemos en
los programas de chismes de Amor Amor
Amor que solo busca en figuras fabricadas por ese mismo medio la atención
en todo el canal, es indignante ver algún adelanto de ese programucho en las
noticias como si fuera vital. Ni hablar de América televisión que con esto es
guerra y otros programas que nacieron para hacer compañía, salen en las
noticias, están a cada rato dando la primicia como algo tan necesario como el
agua, ya ni hablar del canal 9 que con esto es guerra que fue pionera en este
tipo de programas tiene programas derivados que empobrecen la programación de
todo un canal prácticamente los 7 dias de la semana. Hasta se da más importancia
a estos programas que a una emoción t6an fuerte que es la victoria de la
selección peruana, porque al finalizar el partido de Perú se tiene que volver a
la programación de siempre, aburrida y pobre. Solo el canal 7 Tv Perú es el
único bastión en la Tv peruana con el canal Ipe que resiste ante un declive
claro de la cultura.
El ministerio de educación y el de cultura n han hecho
absolutamente nada respecto a esto, más bien a la iniciativa de un puñado de
televidentes y personas que literalmente vomitan mirando la tv peruana hace 1
año hicieron la marcha de no a la tv basura, almenos para que se pueda regular
o en el caso satisfactorio que se pueda eliminar y censurar este tipo de
programas. Lamentablemente no se ha logrado y aún persiste este declive de la
Tv peruana y su pobedumre que se mantiene.
Tiene sus consecuencias como es la desinformación y una
juventud idiotizada por la TV. Esto se puede ver hasta en la universidad si es
que le preguntas a los cachimbos o a ciclos superiores sobre algo actual o
simplemente que saben de lo que está pasando en el país, no tienen la menos
idea. Se han vuelto monótonos y obedientes a cualquier tipo de orden con la
condición de nota y de carácter obligatorio, realmente es frustrante ver el
futuro de la juventud en su mayoría está condenada a solo ser un trabajador no
pensante que se conforma con adaptarse a su realidad y no hacer nada para poder
cambiarlo, ya que tiran la toalla antes de ponerse manos a la obra.
José María Arguedas lucho años antes para preservar y
mantener con un registro a la cultura andina que en ese tiempo era sinónimo de
vergüenza, ahora solo hay pequeños grupos o ONG que mantienen esa idea, pero
son atacados por los medios de comunicación que monopolizan la cultura mediante
su programación sin contenido. No se pide que se sea culto, sino que se sea un
ciudadano que sepa que es lo que le pasa a su país, que sea consiente que hay
problemas y que él puede hacer algo, además de construir una identidad que nos
mantenga unidos y no dispersos como ganado para ser degollados con el
conformismo.
La cultura en si es la que forma la identidad de un país,
aunque tengamos muchas tradiciones y costumbres si no se valora y se deja de
lado, está de sobra que bien un país sureño trata de patentar. Si comparamos
casos como los de chiles con los mapuches, ellos si tienen respetos de su cultura
que aún se mantiene y eso da un patriotismo con una identidad inquebrantable,
Ni hablar de los gauchos en argentina que pese a tener un carácter con sus
ciudadanos se les llama la capital de la cultura latinoamericana porque
mantienen una imagen que persiste pese a la globalización. Mientras que en el
Perú que es diverso y rico, solo lo recordamos en el Pukllay o cuando chile se
trata de apoderar de alguna tradición que nuestro, pero ya no es nuestro porque
lo hemos dejado en el olvido.
Mantener la cultura viva es una tarea muy difícil porque a
los espectáculos culturales viendo desde Andahuaylas en el viernes cultural,
solo la juventud va por la condición obligatoria de un curso, realmente no les
interesa que puedan tener la catarsis y ser un movimiento de contracorriente.
Ya no hay salmones en los jóvenes, solo vemos ganado listo
para ser degollados en una vida conformista y sin identidad.
Una juventud desinformada y sin identidad es más fácil de
controlar y manejar para los sectores de poder para fines personales. Sin
cultura se da pie al olvido de la historia e identidad de toda una nación.
Con el choque de la globalización y las redes sociales la
cultura se ha consumido en el olvido. Varios países aprovecharon para poder
introducirse en el mundo digital para hacer conocer sus tradiciones y su país,
mientras en el Perú dependemos de la tecnología que nos hace sus esclavos con
nuestro permiso. Solo veamos un joven con un celular y le dedica más de 50% de
su tiempo libre a ver sus redes sociales que bien se puede aprovechar en otras
actividades, pero se mantiene en la plena ignorancia.
Solo nos queda preguntar si para el 2021, para el
bicentenario de la nación, ¿llegaremos como peruanos verdaderos?
lunes, 10 de diciembre de 2018
AMNESIA SOCIAL
Han pasado 27 años desde que el ingeniero Alberto Fujimori
fue presidente y tomara el poder mediante elecciones, frente a su contendor,
actualmente premio nobel Mario Vargas llosa. Es desde aquí en donde el país
cambia radicalmente porque en los años noventa se arrastraba desde los años 80s
los dos problemas grandes que son; el problema económico y el social.
En lo económico se arrastraba la deuda interna y la
sobrevaluación de la moneda nacional haciéndose cada vez más difícil siquiera
comprar 10 panes ya que por esa época que se manejaba el inti costaba más de
100 intis y solo pan, aproximadamente equivaldría 10 soles por 10 panes, con la
juventud desempleada y los bancos cerrados la situación era critica ya que no
se tenía trabajo y si se tenía el sueldo era mínimo. En lo social vemos la
figura de sendero luminoso que aprovecho los problemas de siempre que son la
desigualdad y la crisis económica para tener mayor impulso y adeptos para un
gobierno comunista con la ideología de Abimael Guzmán Reynoso, para impulsar y
seguir su lucha armada con tomar el poder por medio de las armas en base al
movimiento revolucionario chino que tenía el pensamiento maoísta.
Estos hechos marcaron al país más de 10 años han quedado en
el olvida porque si se pregunta a un joven de 18 o hasta 26 años no tiene una
noción que paso en esos años. Como lo menciona el padre de la historia Heródoto
“Un pueblo que ignora su historia, está condenado a volver a repetirla” y eso
es cierto ya que en la actualidad ya no está en el ambiente político el nombre
de sendero Luminoso, más bien ahora es el MOVADEF que ha tomado la batuta con
base en el pensamiento Gonzalo.
Actualmente ya los cabecillas de Sendero Luminoso han
cumplido sus condenas y están próximos a salir de la cárcel, entre ellos
tenemos a Maritza Garrido Lecca que fue la que tenía por más de una semana a la
prensa persiguiéndola, se hacían en los diferentes medios de comunicación un
breve resumen de cómo eran esos tiempos y que al final era un SHOW más que
buscaba la atención del público a comparación de Marta Huatay, que era la que
peleaba los atentados con los coches bombas, reclutaba niños para volverlos
adeptos al pensamiento Gonzalo y ella era buscaba el financiamiento de los
terroristas, en comparación de Maritza Garrido Lecca que solo le dio casa a
Abimael Guzmán.
Además, como medio efectivo para poder desviar la mirada de
los problemas nacionales como es el conflicto entre el poder ejecutivo y el
legislativo. A Maritza se le puso la mira solo para distraer y no para
informar, lamentablemente hoy en día los medios de comunicación solo sirven
para distraer al pueblo de temas más importantes y actuales y hasta se podría
decir que tiene un fin racista ya que esta chica que solo dio su casa como
guarida a Abimael Guzmán, tiene la mayor atención por ser de chorrillos y que
fue bailarina de ballet blancona. En cambio, a Martha Huatay que es cholo
proveniente de Trujillo es normal. Mensaje subliminal de la televisión peruana.
Hoy en día se olvidó que en esos tiempos el poder era de un
dictador que era Fujimori, pero se recuerda más a la figura de Fujimori que
venció al terrorismo y que restableció la economía. Primeramente, Fujimori no
desmantelo al terrorismo, fue una investigación de años de parte de la policía
con su comando especial de investigación que se dio la captura exitosa de
Abimael Guzmán Reynoso, mientras que Fujimori solo salió en las pantallas, se
olvidan que también de la noche a la mañana se elevaban los precios de la
canasta básica y que un kilo de arroz costaba millones de intis.
Hoy en día se vende la imagen de un mártir que dio todo por
el Perú y merece ser perdonado por cuestiones de salud. Más falso no puede ser.
Como se ve todos los días en las noticias, el
enfrentamiento entre los poderes del estado como es el ejecutivo y el
legislativo nos mantiene detenidos, eso lo vemos con la cancelación de la
contrata de chincheros, la huelga de los maestros, el voto de confianza del
gabinete presidencial que ya perdió al mejor caballo de batalla de PPK que es
Zabala por una ministra que no supo cómo controlar la huelga de los docentes.
En lo que se ve, se tiene a un congreso que solo pone trabas y a un presidente
que no tiene los pantalones de disolverlo.
Lamentablemente con la euforia de la selección peruana de
futbol estos temas siempre se dejan de lado a excepción que la selección quede
fuera del mundial y nuevamente los reflectores está en la política. Si vemos en
estos últimos 3 días las noticias tenían una cobertura especial a la previa del
partido entre Perú vs Argentina. Mientras que los temas que son vitales para el
ciudadano son dejados de lado por la fanaticada hacia una selección que no
clasifica hacía más de 30 años y que uno se hace más hincha cuando se gana y
cuando se pierde se da la espalda.
Ya cuando pasa la emoción del mundial, al retomarse el tema
de la política se ha olvidado de que se habla hace una semana, y es ahí donde
comienza a estar más presente el problema de la desinformación que favorece a
muchos sectores de poder.
Esto se evidencia con la falta de memoria del caso
ODEBRECH, las relaciones que tiene Keiko Sofía Fujimori en campaña con
“donaciones” de parte de la empresa brasileña para obtener el monopolio de la
construcción. Los terroristas que están saliendo, la crisis en el poder
ejecutivo y el conflicto interno entre sus ministros.
En un mundo globalizado donde la información está al
alcance de la mano o con un solo clic, es donde más domina la desinformación.
lunes, 3 de diciembre de 2018
El tiempo y la duración
El medio no excluido, o reflexiones sobre
Braudel y Prigogine
Hay una crisis en la
civilización occidental, incluso se piensa que es el fin de la noción del mundo
civilizado y la ciencia ocupo un lugar de prestigio, fue el camino más legítimo y hasta
el único camino legitimo a la verdad.
Las universidades del
mundo han separado las dos culturas en facultades distintas: Las inversiones
fuertes se han dirigido al sector científico, mientras que las humanidades solo
han gozado de una cierta tolerancia.
El saber va desplazando al
conocimiento a través del tiempo como en un inicio la filosofía desplazo a la
teología como base de los enunciados de la verdad a fines de la edad media, la
ciencia desplazo a la filosofía a fines del siglo XVIII.
Las ciencias sociales con
un cuerpo de saber sistemático sobre las relaciones sociales humanas, aunque no
se ha definido si las ciencias sociales estaban más cerca de las ciencias
naturales o de las humanidades. Y quienes consideraban a las ciencias sociales
eran nomotéticas es decir, que buscaban leyes universales, por lo general ellos
sostenían que no había diferencias entre el estudio científico de los fenómenos
sociales y el estudio de los fenómenos físicos. Las diferencias eran extrínsecas
y difíciles de salvar, serian transitorias.
Aunque lo que importaba era la posibilidad de reproducir datos y la
calidad de los axiomas de la teoría.
En el otro extremo de las
ciencias sociales estaban los historiadores ideográficos que sostenían que los
actos sociales humanos son irrepetibles y por ello no susceptible de grandes
generalizaciones aplicables a lo largo del tiempo y del espacio. Ellos
mostraban su desdén por las ciencias sociales nomotética.
En el tiempo (historia) lo
que importaba era la posibilidad de reproducir datos y la calidad de los
axiomas de la teoría.
Aunque los historiadores
humanistas y ideográficos cayeron en la idolatría newtoniana, ellos concebían
el fenómeno social como atómico por naturaleza, eran empiristas por ultranza.
Se aferraban a la observación de los datos en primerísimo plano y a la
reproducción fidedigna del mismo. Casi ninguno encontraba contradicciones entre
los rasgos.
Según BRAUDEL trata de
atacar la practica dominante de los historiadores que concertar su energía en
registrar hechos o sucesos de corto plazo, práctica que el domina “historia
episódica”. Para Braudel el conjunto de “pequeños detalles” que constituyen el
grueso de la historia tradicional es solo un parte de la realidad. Braudel presenta
una pluralidad de los tiempos sociales, tiempos que se crean y, una vez
creados, ayudan a organizar la realidad social y ponen límites a la acción
social. La historia privilegiaba el tiempo sobre la duración, mientras que él quería
reinsertarla como una herramienta epistemológica clave de las ciencias
sociales.
Para Braudel la
teorización nunca concluye porque todo saber es transitorio, a pesar de lo
valido que parezca en un momento determinado, porque está vinculado a las
condiciones sociales en las que se adquirió y se construyó.
Según Prigogine, la
mecánica newtoniana describe sistemas dinámicos estables, a diferencia de
Braudel que la describe como una parte, y una pequeña parte de la realidad
histórica.
Prigogine sostiene que
“las leyes naturales son universales cuando se las aplica a situaciones que
tienden al equilibrio, pero cuando las situaciones se alejan del equilibrio,
esas leyes se vuelven dependientes de los mecanismos particulares […] La
materia adquiere nuevas propiedades cuando está lejos del equilibrio. La
materia se vuelve más activa.
Braudel se opuso a una
visión dominante de la historia que no tenía en cuenta la estructura, es decir
la duración. Prigogine se opuso a una visión dominante de la física que no
consideraba las situaciones alejadas del equilibrio y las consecuencias de la
singularidad de las condiciones iniciales es decir el tiempo. Por eso, Braudel
recurre al concepto de longue dureé y
Prigogine, a la fecha del tiempo.
Se comenzó el capítulo
diciendo que la ciencia está en la mira pero no es exactamente así. Lo que está
en la ciencia newtoniana, el concepto de las culturas, de la incompatibilidad
entre la ciencia y las humanidades
lunes, 26 de noviembre de 2018
La música con la antropología en José María Arguedas
Arguedas siempre ha tenido
una relación directa con la música como una reserva de toda la cultura andina
que pese a la dominación española que aún seguimos con secuelas la música ha
sabido preservarse con el avance del tiempo y en especial de la tecnología ya
que está en el pueblo. Con relación a la antropología la música es ese banco en
donde se ha depositado tradiciones y costumbres de la gente del campo, pese a
los avances y nuevas tendencias aun resiste y sigue siendo una fuente
inagotable de lo que se hacía en generaciones. Si ponemos más atención a cada
letra de una canción nos relata una historia, un quehacer diario, una costumbre
que con el tiempo se ha ido perdiendo. La música para Arguedas era fundamental
con respecto a la antropología ya que esta permitió guardarlo como un registro
puro del pueblo andino que con el pasar de los años aún se mantiene como una fuente
inagotable de nuestro pasado.
Entendemos que la antropología
es una ciencia que estudia al hombre, pero si vemos más ampliamente la
antropología también abarca la vida del hombre en todos sus aspectos, es ahí en
donde vemos que hay algo que siempre lo acompaña en todos sus ritos y costumbres
y esa es la música; en donde su elaboración nos relata que hacíamos en fechas
determinadas, en el quehacer diario, en donde también se transmite valores y principios
que nos e encuentran aún en libros.
Para entender a Arguedas
con la antropología de debe escuchar y aprender algunas canciones ya que muchas
de ellas están relacionadas con su materia de estudio que es la antropología.
Ya que la música nos ha permitido tanto transmitir ideas, pensamientos,
reflexiones, etc.
Pero lo más importante es
que nos ha permitido guardar una gran relación directa con la antropología en
base a que es una fuente infinita de costumbres y tradiciones peruanos en el
mundo andino.
En el tiempo de Arguedas la
cultura andina que muy exótico pero muy devaluado. No se tenía indicios de
algún texto o documento para poder estudiarla a profundidad, no solamente las
danzas era el reflejo de la cultura andina, sino que también lo es la música,
ya que Arguedas supo que como fuente fundamental era ello.
La música no es ajena a la
antropología ya que nos permite preservar, y ahora, difundir a nivel mundial
nuestras costumbres y tradiciones. No solamente se queda en un escrito, sino
que como las tradiciones orales va expandiéndose de pueblo en pueblo y de
persona en persona. La música siempre será esa reserva de todos los pueblos en
donde guardan sus tradiciones y costumbres y que siempre perdurara en el tiempo
porque no solo se queda en una generación, sino que trasciende en cualquier no
solamente en el presente, sino que se proyecta a futuro rescatando un pasado
que hoy en día aparentemente esta desamparado.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
El torito de la piel dorada no es una historia de uno frente a una adversidad y dar la cara para superarlo sino más bien es la pérdida de...
-
31-01-2011 2011: Año del centenario del peruano José María Arguedas Ahora, José María está más vivo que nunca Hugo Blanco Rebe...