lunes, 7 de enero de 2019

Ensayo N° 3 “La agonía de Rasu Ñuti” “La perseverancia ante todo lo perdido”


La historia no solo nos narra una muerte inminente sino nos demuestra que frente a todas las adversidades uno se sobrepone para ponerse en pie y llegar a vencerla, aunque sabemos que el danzante muere, en si gana porque pelea hasta el final pese a estar demacrado y su agonía es un signo de una muerte inminente y considero que no ha muerto ni ha perdido porque hay ganado. Sabia que su suerte estaba echa que estaba al filo de muerte y lo mas sensato y lógico para estar vivo era rendirse, pero Rasu-Ñuti no tomo esa decisión sino mas bien dio la cara y siguió adelante. 

El escenario en donde nos relata y los preparativos eran simplemente para un velorio, pero nuestro danzante demuestra lo contrario, no solamente vence a la muerte por un instante sino nos deja en claro que pese a la situación en la que estés uno debe luchar siempre y nunca darse por vencido aunque todo el mundo confabule y te diga que estas perdió y tu destino es solo la muerte, el da la contra sigue hasta llegó su trágico deceso pero en la antesala nos deja en claro que resiste y persiste pese a que todo está echado a la borda. 

También nuestro danzante nos demuestra de manera magistral que si uno lucha pese que todo este perdido uno se convierte en un estandarte de una resistencia que a la larga inspira, como en mi caso, a seguir adelante. 

La agonía de Rasu-Ñuti no es solo una historia de penas y del pobrecito del danzante que tontamente agoniza; no hay que quedarnos con lo que poco se ve sino que nos da y que nos enseña, nos da esperanza de seguir adelante y nos enseña que pese que todo esta perdido uno debe sobreponerse a las adversidades tener resiliencia frente a todo porque la vida en resumen es asi. Nos da golpes bajos y golpes a diario pero dependen de nosotros mismos sabes cómo esquivarlo, para darle un buen derechazo , resiste hasta el ultimo round y llegar a ganar. 

Rasu-Ñuti nos enseñó que uno nunca debe rendirse, es más, uno debe pelear por lo que cree y ama. 

Curiosamente es así es la cultura andina si ponemos como embajador a los danzantes de tijera que no tienen mucha difusión en los medios ni tienen un día en particular para festejarlos, sino que, desde la colonia, la independencia y hasta hoy sigue bien perseverante y manteniendo sus costumbres y tradiciones. Este seria un claro ejemplo de esa agonía de Rasu-Ñuti.