Jalados

Tener la certeza de haber jalado un curso y no arrepentirse es una cualidad muy apreciada en muchos como lo es también despreciable para otros como es el caso de los profesores.

El proceso es corto o en su mayoría muy largo ya que conlleva a la depresión y las ganas de suicidarte pero si tienes la plena confianza como un estudiante de universidad privada, no hay dudas que un 05 cambie tu rutina de vida pero si eres de una nacional, te sumerges en un limbo librando una caja de pandora cargada de depresión, culpabilidad y desastre emocional.

Como es conveniente se debe jalar pero es decisión de cada uno como poder llevar cada curso sea en verano o simplemente recuperándolo o mejor sacando una buena nota al final, eso es  lo que se debería hacer un plan de contingencia el cual no sale perdiendo ninguna parte en especial tu moral que se rompe al solo jalar un curso y tener que llevarlo al siguiente año y como es consiguiente también su costo por levarlo otra vez mas,  por ella hay casos en los cuales a muchos les encanta llevar los cursos por n sima vez y otros que es un suplicio el solo llevarlos una vez más para ello se debe ser consiente y razonar que persona eres el cual se adecue a jalar un curso y hacerlo más con calma.

Si eres de los que la culpa les carga en la cabeza todo el día como a mi les recomiendo que se hagan responsables y lleven las cosas con orden y seriedad para no tener inconvenientes con sueños pesados, con traumas por llevar un curso al siguiente año, con explicaciones tontas a tus padres, y con muchos más motivos por el cual no desearías pasar ni una vez más.

En cambio si eres de los que no le importa nada ósea como yo no tengas vergüenza en admitirlo y ten en cuenta tu plan de contingencia frente a estos casos ya que no tenerlos te lleva al limbo del jalado universitario, para ello ya se ha premeditado todo.

Como sea uno lleva la fiesta en paz o le gusta las emociones por las cuales siempre hay que vivir por ello, cual eres el responsable o el irresponsable el preocupado o el desinteresado, el que lleva la cumpla o el que no la tiene el descarado o el que encara.